(Un viaje de altura por pueblos de La Sierra de Ancares y El Bierzo)

Uno de los símbolos de la bella localidad de Vega de Espinareda es el Colegio Monasterio de San Andrés, el que en un reciente pasado acogiera durante décadas para su formación a cientos de bercianos. Entre los estudiantes que llenaron sus pasillos y aulas, en lo que antaño se conocía como bachillerato, había un nutrido grupo de cacabelenses que dejaron el pabellón bien alto y que, posteriormente, ya en su vida laboral, su impronta de excelencia a lo largo del territorio nacional; de todos ellos destacaría a uno de sus mejores alumnos, en el que también confluían virtudes tan difíciles de encontrar en la actualidad como voluntad en el esfuerzo, bondad y humildad. Mi primo hermano, más hermano que primo, José Luis Alfonso López (Jose), tenía, y afortunadamente sigue teniendo, esas cualidades y muchas más, y es a él a quien dedico esta entrega con merecimiento y con todo mi cariño.
¡Qué bien nos lo pasábamos el día de la familia!

El Cementerio de Vega, en las proximidades del Monasterio. El pueblo que se ve al fondo corresponde a El Espino.

Una toma cercana del Monasterio Colegio.

Una nueva tarde estival hace acto de presencia sobre Vega de Espinareda.

Las calles De Don Lucas, El Calvario y Barrancón; en primer plano y al fondo la calle Berlanga que emplama con la carretera comarcal LE-716.

Otro importante emblema de Vega de Espinareda: su río Cúa vertebrando esta bella localidad con su puente romano junto al que forma parte de la Avda. Ancares y que conduce a Sésamo, al fondo de la imagen.

Puente Romano y la zona de baños. En primer plano la Avda. Ancares.

La atractiva zona de baños.

En las afueras de Vega, mirando al norte, con Sésamo al fondo.

La zona del Campo de Futbol.